Hoy les compartimos otra columna publicada en El Mostrador. En esta ocasión sobre Drenaje Minero, ¿lo conoces?
En la naturaleza, pueden ocurrir reacciones químicas entre los minerales que conformar las rocas y las condiciones ambientales en donde se emplazan. Así, en ciertos casos un mineral que contiene azufre, como la pirita (FeS2), puede reaccionar con el agua y el aire de su entorno, y comenzar a oxidarse. Este proceso genera que el agua se vuelva más ácida en un proceso denominado Drenaje ácido de rocas o drenaje minero.
El drenaje minero también se puede dar en condiciones generadas por la acción antrópica. Específicamente en la actividad minera, en donde rocas y minerales que contienen azufre, son extraídas desde la subsuperficie y en zonas de descartes mineros, como en los relaves, quedan expuestas a condiciones ambientales. La generación de drenaje minero ácido promueve la movilización de metales pesados, entonces, éstos se pueden transportar hacia aguas subterráneas o superficiales y comenzar a distribuirse a los ecosistemas circundantes, generando una contaminación ambiental.
Así, las compañías mineras deben tener presente de forma permanente cuales son las condiciones que controlan los depósitos mineros y así evitar la generación de drenaje minero. Incluso, las autoridades chilenas y extranjeras poseen rigurosos protocolos para estudiar esto, como lo es la Guía metodológica para la Estabilidad Química de Faenas e instalaciones Mineras del Servicio Nacional de Geología y Minería.
Si quieres leer la columna, visita: https://www.elmostrador.cl/cultura/universoparalelo/2024/07/03/universo-paralelo-pais-minero/
En esta ocasión, les compartimos una columna realizada por parte del equipo de Cobrizo en la sección de Universo Paralelo del periódico online El Mostrador. En esta columna, Camilo nos cuenta un poco de la relevancia de conocer sobre relaves.
Chile ha estado históricamente vinculado a la actividad minera, lo que ha marcado el desarrollo económico, tecnológico y urbano de la nación. Esta actividad no solo ha traído beneficios económicos, sino que también ha generado diversos residuos asociados, tanto en el proceso de extracción como en el de procesamiento. Estos residuos se denominan «Pasivos Mineros», e incluyen botaderos, pit lakes y relaves. Este último es uno de los más polémicos debido a su gran cantidad y distribución a nivel nacional.
La relevancia de los relaves y su control ambiental radica en que sus composiciones pueden reaccionar ante condiciones atmosféricas, como las lluvias intensas. Esto podría generar fenómenos químicos en los relaves, los cuales son altamente contaminantes para las aguas superficiales y subterráneas, como el drenaje minero ácido. Sin embargo, no es la única preocupación; otra es la estabilidad física de los relaves, para evitar colapsos como ha ocurrido en Chile, por ejemplo, en 1928 con el relave Barahona en Rancagua, en 1965 con el relave El Cobre en Nogales, y en 2010 con el relave Las Palmas en Pencahue.
En Chile, todas estas medidas de control están normadas en la «Guía Metodológica para la Estabilidad Química de Faenas e Instalaciones Mineras» y en la «Guía Metodológica para la Evaluación de la Estabilidad Física de Instalaciones Mineras Remanentes».
Para leer la columna completa, visita la columna: https://www.elmostrador.cl/cultura/universoparalelo/2024/07/03/universo-paralelo-pais-minero/
El Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) define que en la región Metropolitana existen áreas de alto riesgo para los asentamientos humanos (capítulo 8.2), en particular con riesgo de origen natural (artículo 8.2.1) y entre estos están los de inundación por afloramiento de napas freáticas (letra a.2). Es por esto que zonas de Quilicura, Colina, Lampa. Renca, Pudahuel, Cerro Navia, Maipú, Isla de Maipo o Paine, entre otras; se consideran zonas de riesgo de afloramiento de aguas subterráneas.
Así, las construcciones, ya sean habitacionales o empresariales, deben realizar una tramitación ante el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) y la Dirección General de Aguas (DGA) durante el proceso de regularización y recepción municipal. Ante las autoridades técnicas, se debe demostrar que el nivel de aguas subterráneas está a más de 3 metros por debajo del sello de fundación de la obra y que no se afectará ni contaminará al acuífero del sector. En el caso de que no se cumplan las condiciones exigidas, se deben documentar las medidas de mitigación necesarias. Esta tramitación considera la realización de un estudio hidrogeológico a escala local.
Parte de los estudios geoambientales que desarrollamos en COBRIZO se encuentran los Estudios Hidrogeológicos de nivel domiciliario para ser presentados en tramitaciones de regularización municipal. Esto considera estudios de campo para caracterizar la localidad de estudio y procesamiento de información publicada por autoridades técnicas. Gestionamos el levantamiento técnico y la tramitación ante las autoridades para garantizar la conformidad y seguridad de tus proyectos.
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